Algunos de los yates atracados en el Port del Fòrum, en Sant Adrià de Besós, donde el pasado domingo se originó un incendio que hundió seis embarcaciones y quemó otras cuatro, se anuncian como alojamientos turísticos en plataformas como Airbnb.

Según ha desvelado la televisión municipal, betevé, en los amarres del puerto del Fòrum conviven propietarios de los barcos, que viven en ellos, e inquilinos, muchos de ellos turistas.

El director del puerto, Joan Conde, ha confirmado que hay barcos que se alquilan como ‘chárter’ y que ofrecen además alojamiento en ellos, y ha asegurado a la televisión municipal que es una actividad legal que se practica en todos los puertos.

Por su parte, fuentes del sector de las empresas de alquiler de barcos aseguran “sentirse criminalizadas” y defienden que su actividad es legal y “pagamos impuestos” como cualquier otra actividad. Añaden que, según la normativa catalana, el alquiler de barcos “no requiere de una licencia turística y se trata de un bien mueble”.

Las mismas fuentes recuerdan que está actividad está regulada por el ministerio de Fomento y especifica que “el arrendamiento o chárter de una embarcación de recreo es un contrato mediante el que se cede el uso de una embarcación por un espacio de tiempo a cambio de un precio”.